martes, 28 de julio de 2015

Hemos perdido las elecciones: hagamos balance

Seguramente habrá quien piense que estas palabras podían haberse publicado hace una semana. Incluso nosotros mismos queríamos hacer un balance como éste y tenerlo listo para publicar antes.

Creednos: nos hacía falta tomar distancia con lo sucedido, calmar ánimos exaltados para escribir con "sentidiño" porque, y creednos de nuevo, además de la lógica decepción de la derrota en las urnas, que no por racionalmente esperada es menos dolorosa y todavía tenemos en el cuerpo, nuestro sentimiento más grande y común aquel viernes 17 fue la rabia, la vergüenza (ajena) y la preocupación por el futuro del Colegio.

En fin, vamos al tema, que son dos: gracias y por qué.

Para empezar: gracias


Sí, gracias en gigante, para todos aquéllos que nos habéis apoyado, en público y en privado, y especialmente a aquellos que, con vuestro voto, confiasteis en que otro Colegio era posible. Gracias por confiar en la validez de nuestro proyecto.

Lamentablemente, la mayoría de los votantes pensaron que era mejor seguir con la (no) gestión de estos últimos quince años, o quizá incluso más, lo que también habla de lo difícil que es cambiar las cosas, y más a la primera, como pretendíamos.

Pese a lo difícil, casi imposible, del reto al que nos enfrentábamos, guardábamos esperanzas de lograrlo con vuestro apoyo, y, por eso, es de ley ser agradecido.

Y ahora, un análisis


Respecto al por qué se han dado los resultados tenemos más complicado explicarnos guardando las formas y sin denunciar hechos que, ciertamente, no sería éste el lugar adecuado para denunciarlos.

Intentando hacer un ejercicio de mesura y control, creemos que la primera causa de nuestra derrota ha sido la abstención. Creemos que no hemos logrado generar suficiente interés para que los colegiados fueran a votar y que ese voto fuera favorable a nuestro proyecto. Era una circunstancia previsible: sabíamos que nuestro éxito dependía de aumentar la participación porque, de lo contrario, no íbamos a doblegar a la candidatura oficialista, al aparato del Colegio y a sus tácticas, tres enemigos serios.

Y, vaya, cierto es que se ha duplicado el número de personas que han votado, algo que nos apuntamos directamente en nuestro haber. Pero no ha sido suficiente. Y tanta desafección es, para nosotros, un dato muy preocupante. Pero como nosotros nos hemos quedado fuera de la gestión de la institución, la responsabilidad para corregirla está en otras manos, en las de aquéllos a quien elegisteis, unas manos que, seguro, ni siquiera se han preocupado por esta circunstancia, ni tampoco tienen, seguramente, mayor interés en que cambie.

Pero es que el número es, una vez más, demoledor: la abstención ha sido del 78,6%. ¡¡¡ SETENTA Y OCHO POR CIENTO !!!

Conclusión rápida: ¿¡Ocho de cada diez delineantes colegiados pasan del Colegio!?

No, no lo creemos, pero (¿)es lo que demuestran los números(?). A nuestro entender es consecuencia directa de la misma (no) gestión que ha salido premiada en las urnas pero, como ya hemos dicho poco, más bien nada, podremos hacer por cambiarlo. Ha sido vuestra decisión.

Ya que estamos por analizar porcentajes, del número de votos válidos hemos recibido un tercio. Un porcentaje bastante interesante y respetetable que podríamos leer como que uno de cada tres colegiados preocupados por la situación del Colegio y no están satisfechos con lo que hay.

Otra lectura, bastante más cruel: finalmente han decidido apenas el 14% de los colegiados. Dicho de otra forma: una rotunda minoría numérica (y nos atreveríamos a decir que ideológica) ha otorgado el control total del Colegio.

Por lo tanto, creemos que aquéllos que dijisteis "sí, me gusta el proyecto de estos chicos, a ver si salen" pero al final, por lo que fuera, no os acercasteis a votar sois quienes, a la postre, habéis desequilibrado la balanza. Por ello, nuestra conclusión práctica y de cara al futuro es que si queremos cambiar el Colegio tenemos que conseguir llegar a vosotros con nuestro proyecto, cambiar ese inmovilismo en el que estamos instalados y transmitiros las ganas, la fuerza, la energía y el futuro en el que nosotros creemos. Entonces habremos incidido sobre la verdadera causa de nuestra derrota.

Por otro lado, para con aquéllos a quienes sí hemos llegado, no hemos sido capaces de transmitir la necesidad de apoyarnos en las urnas. Y ésta es nuestra segunda conclusión práctica.

Y ahora, ¿qué?


Ahora, nosotros estamos planteándonos qué hacer de cara al futuro del Equipo. Entre otras cosas, por ejemplo, estamos valorando reconvertir este web-blog para darle una nueva vida una vez ha finalizado el objetivo inicial para el que fue creado.

Mientras, os contaremos algún detalle más de qué y cómo hemos vivido el día electoral. Francamente, como os decíamos al principio, creednos si os decimos que nos dio vergüenza (ajena), mucha. Y más vergüenza nos da contar o explicar las actitudes y, sobre todo, los actos de algunos para finalmente acabar con más votos en el recuento. Cuando decimos que las elecciones han sido irregulares, lo hacemos con criterio y conocimiento de causa y, además, tanto electos como su comandita lo sabe perfectamente.

Eso sí: nosotros seguimos absolutamente orgullosos de ser íntegros, de poder decirlo abiertamente y en público sin faltar lo más mínimo a la verdad, y de haber sido escrupulosamente limpios en nuestras acciones. E insistimos: la candidatura ganadora no puede decir lo mismo. Pero allá ellos con su conciencia y la de aquéllos que habéis apoyado sus tretas, lo que respetamos pero, claro está, no comportamos en absoluto.

Terminamos. Sí: hemos perdido en las urnas. No nos duele reconocerlo. En absoluto. Enhorabuena a todos los candidatos que han obtenido cargo electo. Pero tampoco nos duele lo más mínimo reconocer el reto que tienen quienes han tenido más votos: la responsabilidad de ganar el Colegio al completo para el futuro y para todos. Hay una renovación importante de nombres y de personas en la Junta de Gobierno. Deseamos que sea también de formas y actitudes que, francamente, ¡falta hace!

Porque, de lo contrario, no solo habremos perdido las elecciones nosotros, que poca importancia tiene, sino que habremos perdido todos el Colegio, y eso es lo que no nos podemos permitir.