lunes, 21 de diciembre de 2015

¿Un Colegio para católicos (evangélicos y practicantes)? Al hilo de la "felicitación" de navidad (otra vez...)

El asunto tiene su miga y, vaya, no queremos herir la sensibilidad de nadie, como tampoco nos gusta que nos hieran la nuestra. Y, por supuesto, no queremos entrar en temas de religión .
Pero la situación bien merece unas palabras... de nuevo.

Pues nada, se han consumado los hechos, o parte de ellos, que comentábamos aquí del "concurso". O eso suponemos, porque no se ha hecho público el resultado. A lo mejor está en el tablón del Colegio... En todo caso, y visto lo visto, parece que es lo único que podemos esperar.
En realidad, éste es un hecho que no tiene mayor importancia, más allá de la que cada uno le dé desde el punto de vista personal, más allá del derecho de cada uno de celebrar o no unas fechas del calendario marcadas por la celebración de la llegada de "vuestro Señor".
Simplemente una evidencia: el Colegio no es lugar para personalizar ni para personalismos ni para difundir la fe de quien lo maneja, al igual que una iglesia, mezquita o sinagoga no son lugares para los debates de nuestra profesión.
Nosotros, como colectivo, queremos dejar claro que no tenemos, ninguno, nada en contra de lo que cada uno haga en la intimidad de su casa, que para eso está. De hecho, cada uno de nosotros tenemos nuestro propio punto de vista al respecto, pero  no aceptamos ni entendemos que una institución pública, a la que se accede al margen de cualquier tipo de creencia, sea vehículo para difundir una de ellas, sea ésta cual sea, por encima de las demás.
Porque, abundando un poco más, ¿no tendrían el mismo derecho para ser felicitados los judíos en sus celebraciones? ¿O los musulmanes? ¿Y el Colegio tiene en cuenta esas celebraciones? Pues no, salvo que se hayan perdido muchas cartas estos años...
Nosotros no tenemos fe que profesar más allá de la fe en las personas, en los profesionales, en las capacidades de cada uno, y creemos que el Colegio no es el lugar para abanderar principios religiosos, sino para mantener una neutralidad exquisita que permita a cualquiera acceder a él desde su posición personal, desde su intimidad personal, desde sus propias creencias . El Colegio no nos une para profesar una fe, sino para defender la maravillosa profesión del delineante. Sin embargo, parece que la Junta de Gobierno actual lo piensa justo y exactamente del revés y prefiere que profesemos su fe antes que defender a la profesión.

Recordemos lo que aprobamos en Asamblea


Esto, aunque ya os lo explicamos con detalle aquí, lo vamos repetir.  Y vaya por delante la felicitación al compañero o compañera que haya ganado el Concurso, fallo que aún no conocemos, por lo que no podemos personalizar ni difundir su trabajo para mayor reconocimiento, y ganador que esperamos que tenga el reconocimiento que a  Cristina Pardo le faltó en la convocatoria del concurso del año pasado, que hasta da vergüenza recordarlo.
Resulta que en la Asamblea General del año 2014, a propuesta del compañero  Javier Couce,  se aprobó, como constará en el Acta correspondiente, la sustitución de la felicitación de Navidad del Colegio por un Concurso para un Calendario.
¿Qué motivos tenemos para defender vehementemente ésto? Pues a falta de uno, tenemos dos.

  • Primero, poner en práctica lo que dice la Constitución, norma máxima en nuestro estado, que consagra en su artículo 16 la aconfesionalidad el Estado y, no lo olvidemos, los Colegios Oficiales son corporaciones de derecho público, es decir, administraciones. Pero, vamos, que si no se respetan nuestros Estatutos, ¿para qué respetar la Constitución? Quizás sea defecto de haber nacido antes de la transición...
  • Segundo lugar, nuestra principal razón por la que propusimos el cambio aceptado y aprobado por unanimidad en la Asamblea, es por una cuestión publicitaria. Con la "felicitación" tiene una validez de... ¿dos semanas? ¿tres? ¿cuatro todo lo más? Mientras que un Calendario ofrece publicidad durante... ¡¡¡cincuenta y tres semanas!!! ¡¡¡durante un año entero!!! Es más, estamos convencidos que, como nosotros, muchos somos los que tenemos el calendario de este año aún en la mesa. Pero si el año pasado hubiéramos recibido una felicitación, ¿dónde estaría hoy?
El caso es que en la Asamblea del año 2014 se aprobó, no nos cansamos de decirlo, por unanimidad, la sustitución de la felicitación por el calendario y, fíjate tú que cosas que no nos sorprenden que en la actual Junta, un mandato de Asamblea que ha sido, de nuevo, despreciado.
Ahora cada cual que saque sus propias conclusiones, y cuales "deberían" ser las consecuencias de estas actuaciones y decisiones "dictatoriales".

Nosotros seguimos esperando. ¿Quien trajo las palomitas?